mié, 27 feb 2019 11:57:00
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El Ayuntamiento de Valdemoro ha conseguido situar su deuda en 92,52 millones de euros a finales de 2018, 27,4 millones menos que a finales del año anterior. Estos son los datos más significativos que se avanzan en el cierre del ejercicio, lo que ha propiciado que la Airef, la autoridad independiente de responsabilidad fiscal, haya calificado en su informe anual de principios de febrero la situación económica del Ayuntamiento como de riesgo bajo.

En cuanto a la estructura de la deuda, 68,67 millones corresponden a deuda financiera, que crece un 0,9% y otros 23,76 millones son deuda comercial y con las administraciones públicas, que desciende en casi 28 millones respecto al final del ejercicio 2017, un 54,1% menos.

El periodo medio de pago también se ha reducido considerablemente, pasando de los 331,4 días en 2017 a los 206,9 de 2018, lo que supone una merma de 124 días menos. Además, durante el último año el abono de las facturas correspondientes a las operaciones habituales y diarias se han reducido a 60 días, que es el periodo que marca la ley para este tipo de operaciones como medida de lucha contra la morosidad.

Unas cifras que han permitido al Consistorio cumplir por primera vez en los últimos años con la ley de estabilidad financiera al situarse su nivel de deuda por debajo del 110% de los ingresos corrientes. En este sentido también cumple con la regla de gasto y con el principio de estabilidad, como ya venía ocurriendo en ejercicios anteriores.

Estas cuentas son posibles gracias a la evolución de los ingresos, que han crecido en los tres últimos ejercicios y significativamente en 2018, gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno en relación a una nueva política de precios públicos y el cobro de deudas pendientes.

De los 59 millones ingresados al cierre de 2014 se ha pasado a los 64,8 en 2017 y 77,4 en 2018. Parte de estos ingresos se deben a las aportaciones del antiguo Plan Prisma que hasta  el ejercicio 2015 inyectó más de 8 millones, el Plan de Inversiones Regional que en 2017 ingresó 2 millones y el Plan de refinanciación  de deuda según el Fondo de Ordenación para la financiación de entidades locales  que aportó 12,9 millones en 2018.

Descontadas estas aportaciones la recaudación ordinaria ha crecido en el último ejercicio en 4 millones, a la vez que se ha rebajado el impuesto más importante del que se nutren las cuentas municipales, el de bienes inmuebles, puesto que el tipo impositivo se ha reducido del 0,585 que estaba en vigor en 2017 al 0,579 que rigió para el último ejercicio. Para 2019 el tipo anual del IBI también sufrirá una rebaja al haberse aprobado a finales del año pasado una rebaja hasta el 0,558%.

En la actualidad las cuentas municipales están sujetas al Plan de Ajuste Económico Financiero 2017-2033 que se aprobó en el verano de 2017 y que rige las cuentas del Consistorio. En este sentido el compromiso económico del Gobierno preveía unos ingresos para 2018 de 67,7 millones y la realidad es que en el avance del cierre del ejercicio estos se sitúan en 77,4 millones, un 14,3% más de lo previsto. Respecto a los gastos se ha producido una reducción del mismo de un 9,6% al ejecutarse únicamente 54,6 millones de los 60,5 previstos.