La compra de artículos de segunda mano es una opción de consumo a la que cada vez más ciudadanos se acogen. Actualmente se pueden encontrar tiendas de segunda mano especializadas en muebles, electrodomésticos, ropa, artículos electrónicos, etc.
Comprar a través de estos comercios ofrece ciertas garantías, ya que los productos puestos a la venta se han revisado y, en el caso de la ropa, higienizado. Además, deben cumplir los mismos requisitos que cualquier otro comercio:

• Tener a la venta productos correctamente etiquetados, con los datos del fabricante, instrucciones de uso, en su caso, composición de las prendas de ropa, información energética de electrodomésticos, marcado CE y rango de edad, en el caso de los juguetes y advertencias de uso de los productos que conlleven un riesgo.
• Mostrar los precios en cada artículo.
• Disponer de hojas de reclamaciones.
• Facilitar tique o factura, con los datos del establecimiento, así como la garantía por escrito y sellada, si lo solicita el usuario.

Garantía y reclamaciones
En cualquier caso los productos usados tienen por ley un año de garantía. Esta garantía no incluye, como en el caso de los productos nuevos, la posibilidad de sustituir el producto por otro de características parecidas, si tuviese algún fallo o hubiese disconformidad; únicamente se contempla la opción de repararlo o rebajar el precio. Esto no impide que los consumidores sigan teniendo los mismos drechos en cuanto a reclamar o solicitar las hojas de reclamaciones en el comercio en el que se adquirió el artículo.