mar, 20 oct 2015 07:00:00
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Tres años después de su puesta en marcha, el Centro Social Vicente Ferrer funciona a pleno rendimiento gracias al impulso del Ayuntamiento y la colaboración de los integrantes de la Asociación Valdemoro Solidario (AVALSO) y los alrededor de 25 voluntarios que, como media, participan en distintas labores. El centro se ha convertido así en un referente fundamental para la población local acuciada por la difícil situación económica.

Actualmente el Vicente Ferrer cuenta con tres programas de suministro de alimentos del que forman parte 202 familias, que suman 612 personas, además del comedor social que supone la entrega diaria de platos calientes a 30 unidades familiares (60 usuarios) derivadas de Servicios Sociales. Este servicio que se presta de lunes a viernes llegó a alcanzar los 77 menús por día pero se han producido bajas por mejora de las circunstancias personales. 

El programa más solicitado es el de distribución de productos no perecederos, al que están acogidas 358 personas de 118 familias, que recogen cada tres semanas el carro de la compra: pasta, legumbres, conservas, desayunos, artículos de higiene personal y limpieza y, según los casos, leche, cereales y potitos para bebés. Finalmente, el plan de alimentos frescos da cobertura a 130 personas de 42 unidades familiares. Por otro lado, de junio a septiembre se activó la atención nutricional específica a 42 familias con menores, de la que participaron 124 individuos en situación de máxima necesidad. 

Los comestibles proceden del convenio con el Banco de Alimentos (12.997 kilos de abril a septiembre) y de las donaciones de ciudadanos, colectivos, colegios y empresas, que de mayo a septiembre han sumado 9.349 kilos. Además, algunas entidades colaboradoras han realizado aportaciones de hasta 6.000 euros, que se han empleado en la compra de carne y pescado, mientras que con los más de 1.600 euros recaudados en un torneo benéfico del CF Ínter Valdemoro aún se está adquiriendo gel, jabón y champú.

Desde la primavera pasada, los alumnos del Centro Ocupacional están a cargo del huerto, donde han sembrado alrededor de un centenar de matas entre tomates y pimientos que se han utilizado en la elaboración de platos para el comedor social, ya que la cosecha no ha sido abundante. 

Pero la nutrición no es el único objetivo del Vicente Ferrer, que realiza una actividad más amplia orientada a ofrecer unos mínimos al sector más vulnerable de la población. Así, en los cinco últimos meses se han entregado 113 canastillas de recién nacido y además de la gestión del ropero -que facilita prendas de niño y adulto a 245 familias-, se distribuyen juguetes procedentes de donaciones, se imparten cursos de español para extranjeros y está en proyecto la creación de un taller de apoyo escolar para los más pequeños.