Asociación Dislexia sin Barreras

Dirección:
Avda. del Mar Mediterráneo, 150, 2º C
Poblacion:
Valdemoro
Teléfono:
91 895 59 20 / 636 99 72 58
E-mail:
[email protected]

Actividad

Educación

Nº de socios

230 (de toda España)

Fecha de creación

Sábado, 01 de Octubre de 2005

Más información

Dislexia sin Barreras es una agrupación de ámbito nacional, con sede en Madrid, que se creó en abril de 2005. La presencia en su junta directiva del vecino de Valdemoro Miguel Crespo propició que seis meses más tarde se fundara la filial en el municipio. En ambos casos surge de la necesidad de luchar por la eliminación de las barreras con que se encuentran los disléxicos: el desconocimiento y un sistema educativo que carece de métodos de enseñanza alternativos. Este trastorno influye en el aprendizaje de la lectura y la escritura y es uno de los más frecuentes entre los estudiantes: en torno al 10-15% lo padecen en diferentes grados. Sin embargo el sistema educativo hasta ahora no contempla una atención específica a la dislexia, a pesar de ser una de las principales causas del fracaso escolar. Tiene un origen neurológico que afecta a la conexión de la codificación visual con la verbal, a la memoria a corto plazo y a la percepción del orden y de las secuencias.

La ignorancia que existe en torno a la dislexia y la intención de desterrar la idea de que los niños que la padecen carecen de interés o de motivación para aprender es lo que llevó a Irene Ranz a investigar por su cuenta. Sus conocimientos se plasmaron en una ponencia titulada Cuando las letras bailan; el enorme interés que despertó le llevó a dar un paso más y fundó Dislexia sin Barreras, de la que es presidenta. Su propósito era compartir sus hallazgos con familias que, como la suya, tuvieran algún miembro con dislexia pero no sus medios para acceder a la información.

VECINO DE VALDEMORO

Uno de los primeros socios fue Miguel Crespo, vecino de Valdemoro que pronto creó una filial en la localidad. Si bien no tiene actividad propia, su presencia en el municipio es algo más que una sede social y un teléfono. De hecho, la asociación celebró el pasado mes de febrero unas jornadas, en colaboración con el Ayuntamiento, en las que se abordó este problema desde un punto de vista médico y se ofrecieron a los educadores desde sencillas pautas para poner en práctica en las aulas hasta métodos alternativos de aprendizaje, no basados en exclusividad en la lectura y la escritura.

DEMANDA DE INFORMACIÓN

La falta de información sobre este trastorno ha llevado a profesionales que trabajan con niños en distintos campos -fisioterapeutas, optometristas, psicólogos o profesores- hasta Dislexia sin Barreras en busca de datos y en algunos casos hasta se asocian. Existe tanta demanda de conocimientos que periódicamente organiza cursos que están a la vanguardia de los avances en todo el mundo. Son tan prestigiosos que tienen hasta lista de espera de toda España para formarse.

Una de las labores más importantes de esta asociación es el apoyo a los padres, que encuentran la comprensión que les falta en los centros educativos y hasta recomendaciones de tratamientos de la mano de los socios que llevan más camino recorrido.

En poco más de año y medio de vida, los auténticos protagonistas del grupo, los niños, han participado en talleres de cine y de arte que les permiten potenciar su creatividad e intuición y adquirir conocimientos a través de la pintura o de las imágenes.

Además padres e hijos compartieron unos terapéuticos días en una granja escuela en Segovia con actividades en contacto con la naturaleza y los animales, que mejoran los problemas emocionales, de ansiedad o au-toestima que suelen padecer los niños como consecuencia de las barreras a que se enfrentan diariamente.

Unas dificultades que quizás comiencen a disminuir gracias a la actual Ley Orgánica de Educación, que reconoce a los disléxicos como alumnos con necesidades específicas de aprendizaje. Este logro es fruto de las gestiones de colectivos como Dislexia sin Barreras, que ahora espera más colaboración y sensibilidad de los profesores para detectar el trastorno, así como más oportunidades para aquellos niños a los que la lecto-escritura les cierra las puertas de la educación.

Los avances son un acicate para que la asociación continúe investigando, preparando proyectos, cursos, talleres... con el propósito último de evitar que estos niños crezcan con la sensación que relatan sus socios adultos con dislexia de haber sido los vagos, tontos y malos de la clase.