Los niños y niñas de la escuela (situada en la glorieta de Lituania) tuvieron la ocasión de disfrutar de una divertida y enriquecedora actividad sin carácter competitivo en la que todos los peques ganaron en solidaridad y experiencias a través de los sentidos.

El desarrollo de la carrera giró en torno al proyecto ‘El Despertar de los Sentidos 2.0' que lleva a cabo El Roble a lo largo de todo el curso.

La prueba consistió en completar un circuito con salida y llegada cargado de sorpresas que permitió a los niños y niñas  entrar en contacto con distintas texturas, a medida que avanzaban, e ir descubriendo olores, sensaciones y emociones con los pies, las manos y otras partes del cuerpo