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jue, 18 jul 2019 12:20:00
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La incidencia de la temperatura en la conservación de los alimentos es un factor decisivo para que el verano sea una época de mayor riesgo en lo que respecta a las intoxicaciones alimentarias. La conservación en frío de los productos frescos, una correcta descongelación y una manipulación adecuada tanto de alimentos como de los artículos de cocina que están en contacto con ellos, contribuirán a evitarlas.

1. Comprar de forma adecuada. 
El tiempo que transcurre entre que se compran y se almacenan debe ser el más corto
.
2. Lavar. 
La lechuga y las frutas deben lavarse siempre, incluso si se van a pelar.
Los utensilios y las manos deben limpiarse con frecuencia y a conciencia.
3. Separar los alimentos crudos de los elaborados.
4. Alimentos congelados. 
Nunca se deben descongelar los alimentos a temperatura ambiente, se hará en el refrigerador para evitar el crecimiento de bacterias.
Deberán utilizarse utensilios específicos para la carne cruda y otros para la cocinada y lavar el fregadero después de usar.
5. Evitar los huevos crudos.
Evitar el consumo los huevos crudos,
Precaución  en las preparaciones como mayonesas u otras salsas que contengan huevo.
6. Preparar con la menor antelación posible las comidas.
Máximo 24 horas de antelación a su consumo y una vez preparadas deben protegerse, tapándolas y manteniéndolas a una temperatura adecuada hasta el momento de su utilización.
7. Controlar la temperatura.
Cocinar bien alimentos como pechugas de pollo, filetes o hamburguesas.
8. Desechar los restos de comida, en caso de duda
No dejar los restos a temperatura ambiente durante más de dos horas y congelarlos antes de los cuatro días.
9.  Emplear tablas de corte diferentes según el alimento.
10. No utilizar paños de cocina en distintas actividades como secarse las manos, limpiar utensilios de cocina, limpiar zonas de preparados de alimentos, etc.