mar, 21 sep 2021 13:09:00
La mejora de los datos epidemiológicos en la Comunidad de Madrid no ha llegado a tiempo para la celebración de la Feria Barroca de 2021, una fiesta multitudinaria que viene llenando desde 2004 las calles del casco histórico de Valdemoro el primer fin de semana de octubre, después de que el Ayuntamiento recuperase la celebración de la concesión del Privilegio de Feria a la villa por el rey Felipe III en 1603.

La complejidad propia de una convocatoria de esta naturaleza, en la que se dan cita más de un centenar de artesanos de todo el país, además de los exigentes protocolos de seguridad e higiene contra la COVID-19 establecidos para este tipo de eventos, obligó al Consistorio a tomar la decisión el pasado agosto, tiempo límite necesario para llevarla a cabo en el ámbito de la administración publica, cuando Valdemoro y gran parte de los municipios de la Comunidad de Madrid presentaban una incidencia acumulada muy por encima del riesgo extremo.

La que hubiese sido la decimoséptima edición de la Feria Barroca quedará postergada a 2022, si como se espera, la pandemia deja de condicionar la celebración de este tipo de eventos populares y multitudinarios.

La Feria Barroca de Valdemoro cumple con el doble propósito de conmemorar el momento en el que el rey Felipe III otorga a Valdemoro el Privilegio de Feria y de recordar a los vecinos y vecinas, a través de propuestas lúdicas y festivas, el pasado histórico de la localidad.

A comienzos del siglo XVII la villa de Valdemoro fue vendida al Duque de Lerma, valido de Felipe III. Durante la época en que fue parte de su patrimonio, alcanzó una considerable importancia, se impulsó la economía e incluso fue parada obligatoria de la comitiva real a su paso hacia el palacio de Aranjuez.

En 1603 el monarca Felipe III atendiendo las peticiones de su valido, otorga a Valdemoro la facultad de celebrar un mercado. Es lo que se conoce como Privilegio de Feria.

A raíz de esta concesión, la villa organizó reputados mercados que se convirtieron en punto de encuentro para los mercaderes de la comarca. La gran afluencia de lugareños y forasteros a estas citas fue determinante para la acometida de importantes cambios urbanísticos como la ampliación de la plaza o la construcción de la Fuente de la Villa.