lun, 30 nov 2020 10:00:00
El Ayuntamiento de Valdemoro lanza una campaña para fomentar que las mascotas recogidas en el Centro de Protección Animal tengan un hogar y una familia. Estas instalaciones municipales registran anualmente 150 perros y 400 gatos en situación de abandono y, a través de la Asociación de Iniciativas por el Bienestar de los Animales (aiBa) se han tramitado más de un millar de adopciones en los últimos ocho años.

Según un estudio de la Fundación Affinity ‘Él nunca lo haría', en 2019 y pese a que la sociedad está cada vez más sensibilizada, fueron abandonados más de 300.000 perros (60%) y gatos (40%) en toda España.

En Valdemoro, la media anual de animales de los que sus dueños se desentienden supera el centenar, de los que el 65% son perros y el 35% restante, gatos. Con el fin de combatir los efectos de este acto irresponsable, el Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña de concienciación para potenciar la adopción de las mascotas del municipio sin hogar. Esta acción comunicativa -que no ha tenido coste ya que ha sido desarrollada por personal municipal- se caracteriza por los curiosos mensajes que los perros y gatos que la protagonizan dirigen a sus potenciales dueños, como si fueran estos quienes necesitan ser acogidos y cuidados por los animales ("Tienes el azúcar un poco alto. Te voy a tener que sacar a pasear". "Lo percibo… necesitas que alguien te haga compañía y soporte tus neuras").

La finalidad es reducir el número de animales que pasan sus días en el Centro de Protección Animal (CPA), de titularidad municipal.

LA EVOLUCIÓN DEL CENTRO
Esta instalación que se inauguró en 1993 como lo que entonces se denominaba Perrera Municipal ha experimentado una notable evolución. En 2003 se hizo necesario ampliar sus instalaciones y en 2018 se procedió a climatizarlas y a construir cuatro cheniles más amplios para que las mascotas recogidas pasen el periodo de aislamiento necesario para permitirles interactuar con el resto de ejemplares. Actualmente la capacidad de este equipamiento es de 37 recintos, de los que 24 son caninos -incluidos los cuatro de cuarentenas- y el resto, felinos, con una capacidad para 24 gatos. 

La transformación de las dependencias ha ido pareja a los avances legislativos y al aumento de la sensibilidad social respecto al bienestar animal. Así, lo que empezó siendo casi exclusivamente un centro en el que -tal y como establecía la normativa entonces vigente- se sacrificaba a los animales si a los 14 días de reclusión no aparecía su propietario, con la entrada en vigor de la Ley 4/2016 de protección de los animales de compañía, se prohibió la eutanasia y se impuso la obligación de que estos centros fomentaran la adopción responsable y las casas de acogida.

Desde 2009, la gestión del CPA está contratada, junto a los servicios de mantenimiento de la ciudad, con la empresa FCC, que se encarga del mantenimiento, limpieza, alimentación y revisiones veterinarias de los animales recogidos en las instalaciones municipales, aunque de la tramitación de las adopciones se encarga, desde 2012, la Asociación de Iniciativas por el Bienestar de los Animales (aiBa).

1.043 MASCOTAS EN FAMILIA
En estos ocho años este colectivo ha encontrado hogar a 1.043 mascotas, de las que el 61,8% (645) son gatos y casi el 37% (385), perros, La diferencia de cifras se explica por el hecho de que los felinos no precisan salir a pasear tres veces al día. El 1,3% restante  son hurones (3), conejos (3), patos (2), gallinas (2), cobayas (2) y hasta una chinchilla.
Tras el estado de alarma ha aumentado notablemente el número de personas interesadas en tener compañía de cuatro patas para cubrir el sentimiento de soledad que se ha evidenciado durante el confinamiento.  

Únicamente se han producido 37 devoluciones (3,6%) debidas a la falta de compenetración entre los adoptantes y el nuevo miembro de la familia.
Precisamente para evitar el regreso del animal al CPA, el proceso de adopción es tan sencillo como riguroso.    

El Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Valdemoro recoge anualmente alrededor de 150 perros. Aproximadamente la mitad regresa a sus hogares tras identificar a su titular con el microchip. El resto se queda en estas instalaciones hasta encontrar esa persona adoptante que, tarde o temprano, siempre llega.

Por lo que se refiere a los gatos que cada año pasan por el registro del CPA rondan los cuatro centenares pero solo el 10% están identificados y se puede localizar al propietario. Si son silvestres se les somete a una revisión veterinaria y se les devuelve a su colonia. En el caso de los domésticos, permanecen en el CPA o bien se les acoge en Aibacats, el centro felino de la asociación.
Desde aiBa se realizan actividades en pro de una tenencia responsable para reducir las cifras de abandono pero cuando este se produce, cualquiera puede combatirlo dejándose adoptar por ellos.

+INFO [email protected] • www.aibamadrid.com

 

UN TRÁMITE FÁCIL

Con el fin de garantizar una tenencia responsable y de dar estabilidad a los peludos, el proceso de adopción es tan sencillo como riguroso. La persona interesada en acoger indefinidamente a un compañero de cuatro patas tiene que remitir un correo electrónico a aiBa ([email protected]). La asociación le responderá explicándoles en qué consiste la adopción y se les adjunta un enlace a su web donde se pueden ver todos los animales disponibles, además de un cuestionario en el que se les consulta acerca de las personas que residen en el hogar, su estilo de vida o su relación previa con los animales. Sus respuestas permiten al equipo de adopciones seleccionar la mascota más adecuada para cada persona o familia.
El siguiente paso es una entrevista personal al final de la que se produce el encuentro con uno o varios animales. Tras esta toma de contacto, se les pide que se lo piensen tranquilamente para tomar una decisión definitiva que deberán comunicar a aiBa por email. Por su parte, la asociación también valora las posibilidades de éxito antes de realizar el trámite definitivo.
Una vez aprobado, se remite a los futuros responsables de la mascota una amplia documentación que incluye una serie de recomendaciones para su llegada al hogar y el contrato de adopción para que lo lean detenidamente antes del acto de la firma y la recepción del nuevo miembro de la familia que siempre se entrega identificado con microchip, desparasitado interna y externamente, con los test de enfermedades infectocontagiosas y esterilizado. Si es cachorro, se firmará un compromiso de esterilización para llevarla a cabo cuando sea procedente.

 

MUCHO MÁS QUE SOLIDARIDAD

La Asociación de Iniciativas por el Bienestar de los Animales (aiBa) nació en enero de 2012 con 12 integrantes -hoy son cerca de 50- y su objetivo era colaborar con el Centro de Protección Animal en la mejora de la calidad de vida de las mascotas y en el fomento de las adopciones, que comenzó con las familias de acogida. El primer año encontraron un hogar a 22 animales, una cifra que ha crecido año tras año hasta los 179 que lograron en 2019. Este año ya van por 166.
Su labor va más allá de la gestión de adopciones responsables y duraderas. Asumen los gastos de tratamientos veterinarios no incluidos en el contrato del Ayuntamiento con la empresa concesionaria, tutelan animales recogidos por el CPA e identificados con microchip a nombre de la asociación y los pasean y sociabilizan para mejorar su bienestar y la relación con las personas con el fin de facilitar su acogimiento definitivo y ofrecen apoyo al personal del CPA.
En agosto de 2019 puso en marcha Aibacats, un centro de acogida de gatos al que se derivan los que no pueden quedarse en el centro municipal por ser cachorros, estar enfermos o por estar completos todos los recintos de felinos. Además realiza un control de las colonias mediante la captura para la esterilización y el posterior retorno a su hábitat y, por último, gestiona las donaciones de pienso y ajuar para los peludos que recibe de particulares. Se financia con las cuotas de los socios, padrinos y cursos de educación canina, entre otros.

     

ANTONIO + ROGER, MIAJA, TRIS Y MAFALDA

La familia adoptiva de Antonio (51 años) está formada por lo que el denomina cuatro "hijos con idioma propio" y nacidos entre 2016 y 2018. Son tres gatas (Miaja, Mafalda y Tris) y un conejo (Roger) del que dice tener la sospecha de que es "un hipopótamo disfrazado".
Su vínculo con el mundo felino le viene desde la infancia cuando su familia recogía gatos de la calle, razón por la que la adopción -"igual a satisfacción"- siempre ha sido para él la única alternativa posible y -asegura- "lo mejor que le puede pasar a una persona y a los animales". De ahí que, como cualquier progenitor, quiera darles "la mejor vida del mundo". 

 

LUCÍA, SU PAREJA Y SU BEBÉ + VIENTO… Y TRES MÁS 

Lucía (33), su pareja y su bebé son tres pero tienen una familia numerosa de siete miembros de la que forman parte cuatro perros adoptados. Viento, de 7 años, ha sido el último en unirse a esta "gran manada". Fue en junio de 2016. El primero de sus peludos también llegó a través de aiBa.
Su apuesta por la acogida definitiva deriva de la certeza de que esa decisión "salva dos vidas, la del animal que sale del chenil y la del que puede entrar en él y dejar las calles". Para ellos, las mascotas "aportan respeto, educación y amor" y esos valores son precisamente los que quieren transmitir a su hija -la "minihumana" de la familia-, a través de la inmersión cultural en la protección animal. 

     

ISABEL, ADRIÁN Y SUS DOS PEQUES + AURA

Isabel (29), Adrián (31), sus dos peques de 3 años y 6 meses han completado la familia este año con Aura, una perra que aún no tiene un año. Ella no fue la primera; antes acogieron a otra y cuando se marchó sintieron que algo faltaba en sus vidas. En abril repitieron la experiencia con Aura y en agosto ya sabían que los suyo era para siempre, así que formalizaron la adopción y los cuatro tienen el corazón contento.
Como el resto, nunca pensaron en comprar: "no pagaríamos por un compañero peludo como no lo haríamos por un humano".
 

 

SUSANA Y FAMILIA + OSO

Oso, de 3 años,  llegó a la vida de la familia de Susana (53), formada por cuatro personas, en febrero de 2017 cuando, por fin, decidieron atender las peticiones de la generación más joven que llevaba muchos años reclamando compañía canina y, conscientes de la problemática del abandono animal, se entusiasmaron con la idea de dar un buen hogar a uno de ellos. Ahora, además, saben que "estos perros son muy especiales, muy agradecidos y no dan más que cariño".  Ellos le corresponden con lo mismo. Así lo evidencian sus afirmaciones "estamos enamorados de Oso", "es lo mejor que nos ha pasado en la vida junto con nuestros hijos", 

RICARDO Y FAMILIA + NALA

A Ricardo (57) y su familia les encantan los animales así que cuando, a través de su nuera María, conocieron la labor de aiBa y decidieron dar una oportunidad a uno de sus peludos. Así fue como el pasado 6 de octubre Nala, de 1 año, entró en su casa. Lo únicio difícil fue -aseguran- "elegir uno de esos gatitos adorables porque te los llevarías a todos a casa y se te rompe el corazoncito por dejar al resto a la espera de otra familia".   

 

BEATRIZ + UMA

Beatriz (47) y su perra Uma, de 2 años, comparten la vida desde junio de este mismo año. Ambas están viviendo aún un proceso de adaptación que está resultando fácil: "me gusta ver cómo está cada vez más cómoda conmigo y que es una perrita feliz". 

 

19 ARTISTAS CANTAN POR UNA BUENA CAUSA

La Asociación de Iniciativas por el Bienestar de los Animales (aiBa), principal aliada del Ayuntamiento de Valdemoro en la protección de gatos y perros también ha lanzado su propia campaña para dinamizar las adopciones y lo ha hecho a través de la música. Para ello ha contado con una colaboración excepcional, la de casi una veintena de músicos que se subieron al carro de la defensa de la dignidad animal a propuesta de Conchita, la autora de la canción ¿Qué tal si me adoptas?, que interpretan todos juntos y que han difundido a través de un simpático vídeo. 

Pedro Guerra, Funambulista, Pitingo, Rozalén, Álex Ubago, Ele, Arkano, Nach, Lorena Gómez, Gastelo, Mäbu, Roi Méndez, Luis Ramiro, Sofía Ellar, Georgina, Vicky Gastelo, David Carrasco y Pablo Cebrián son los cantantes que han acompañado a la intérprete de Nada que perder en esta iniciativa, poniendo su voz y su rostro al servicio de aiBa Madrid para sensibilizar a la población acerca de la necesidad de dar una segunda oportunidad a tantas mascotas abandonadas.