Los tres primeros clasificados y el valdemoreño que se alzó con el premio local leyeron sus epístolas ante el numeroso público congregado en el patio de butacas en un acto que resultó especialmente emotivo en esta edición. La razón no era otra que el homenaje póstumo que se rindió a Domingo Sánchez Martín, el único vecino de Valdemoro que obtuvo el reconocimiento nacional de este concurso; fue en el año 2005 con sus Añoranzas de un amor. Con el seudónimo de Lancelot del lago, el ganador, Manuel Quiroga Clérigo, desgranó su Leve carta de amor a una enamorada alejada por una "distancia audaz o amanecida" que, sin embargo "es algo pasajero […] donde el amor persiste y se hace perdurable". Pseudoagibilibus era el sobrenombre del segundo clasificado, Juan Carlos Somoza García, de Bilbao; el título de su escrito, Mi corazón en una botella, hace alusión al envase en el que piensa hacerlo llegar al amado, utilizando como medio "el mismo mar que te tiene secuestrado". Esther Caño Andrés, de Madrid, alias Guadalupe, se alzó con el tercer premio con un diálogo epistolar entre los miembros de una pareja que no saben si confunden amor y rutina; su título: Amor y desamor, doble carta de la felicidad. La mejor obra local de las 13 que concurrieron fue la de Victoriano Amaya Trigo. Su Carta al viento, rubricada como Espiga, es un canto desesperanzado a un amor apresado en "un laberinto de espuma".
En esta edición se recibieron 128 misivas de las que 16 estaban firmadas por ciudadanos de otros municipios de la región. Andalucía, con 25 participantes, fue la comunidad que contó con mayor representación, seguida de Castilla-León (22). Además, 18 escritos llevaban matasellos de la provincia de Valencia.
El acto, que contó con la presencia del Primer Teniente de Alcalde, Javier Hernández, y la Concejala de Mayores, Josefina Nieto, concluyó con la representación de Mañanas de sol, un sainete de los hermanos Álvarez Quintero, a cargo del grupo de teatro Al-Mudena, y las actuaciones de Ana García, Felipe Andrés Pérez y Noelia Mazarracín Nieto que pusieron música y baile al servicio de tan romántica velada.
