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Infecciones respiratorias

El Centro de Salud El Restón, a través del médico de familia Javier Montero Zarracín, advierte de que con la llegada del frío aumenta la frecuencia de las infecciones respiratorias e informa de los distintos tipos que existen, los síntomas y los tratamientos que se aplican dependiendo del caso y de las característica de cada paciente.

La razón de la alta incidencia de infecciones respiratorias es que están producidas por diversos microorganismos que se transmiten con relativa facilidad por el aire de persona a persona. Se manifiestan de manera variable que van desde el resfriado común, molesto pero no grave, hasta la bronquitis o la neumonía, pasando por la sinusitis o la otitis. Los virus respiratorios son los responsables del resfriado común y de la mayoría de casos de sinusitis y otitis y no necesitan tratamiento antimicrobiano específico (antibióticos). Sí es preciso aliviar los síntomas que ocasionan con analgésicos-antitérmicos como paracetamol para el malestar, fiebre leve o dolor muscular, o preparados para calmar la tos o el moco nasal abundante.

La gripe, una excepción
Existe, sin embargo, una importante excepción dentro de los virus respiratorios: el de la gripe. Es una enfermedad que, a diferencia del catarro, no cursa con estornudos, mocos, irritación y dolor de garganta, sino que produce fiebre de más de 38ºC, intensa debilidad, dolores musculares, etc. En personas sanas, no obstante, suele desaparecer sin mayores complicaciones en cinco o siete días.
El mayor problema lo presentan los denominados grupos de riesgo, como personas mayores de 60 años, enfermas crónicas o mujeres embarazadas. A estos sectores de población van dirigidas preferentemente las campañas de vacunación antigripal anual, que tienen como finalidad reducir las posibilidades de que puedan enfermar de gravedad a causa de la gripe.

Abuso de antibióticos, un peligro
Salvo en casos excepcionales, el virus gripal, como el catarro, tampoco precisa antibióticos, ya que estos solo son eficaces cuando las infecciones están producidas por bacterias.
En las pasadas décadas se ha realizado un uso excesivo e inadecuado de los antibióticos que ha dado lugar a que ciertas bacterias se hayan hecho resistentes a su acción, lo que pone en riesgo la salud -y en ocasiones la vida- de muchas personas con enfermedades infecciosas.
Por ello, ante una infección respiratoria nunca se debe tomar antibiótico sin que haya sido indicado por un profesional de la medicina. La mayoría de los casos se tratan adecuadamente con conocidos fármacos para calmar los síntomas.

Cuándo acudir al médico
Las personas con enfermedades crónicas o edad avanzada, así como las mujeres embarazadas deben consultar a su médico de familia o enfermera para combatir las infecciones respiratorias con prontitud y reducir las posibles complicaciones. El resto de personas deberían acudir a consulta si los síntomas catarrales no mejoran en tres o cuatro días o desde el inicio de la enfermedad si presenta formas severas.