DE INTERÉS PARA TU SALUD

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lun, 13 ene 2020 11:48:00
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Las cifras elevadas de colesterol en sangre o dislipemia, junto con otros factores como la hipertensión arterial, la diabetes tipo II, el tabaquismo, el sobrepeso y el sedentarismo, aumentan la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular. Para evitar ese riesgo, la doctora Miriam González Lapeña, médico de familia del Centro de Salud Valdemoro, explica cuántos tipos de colesterol existen, cuándo se debe comenzar a medir o cuál es el estilo de vida que permite mantenerlo bajo control.

En los análisis se diferencia entre LDL-colesterol (peligroso) y HDL-colesterol, conocido como bueno por ser cardioprotector. Pero el dato de forma aislada no aporta mucha información, ya que no tiene el mismo significado idéntica cifra de colesterol en personas sanas y deportistas que en aquellas con diabetes, fumadoras o que hayan sufrido un infarto o ictus previamente. Por eso, aclara la doctora, en las consultas se utilizan fórmulas que indican la probabilidad de sufrir un evento cardiovascular, teniendo en cuenta factores de riesgo y aspectos como el sexo o la edad. Los resultados de estas ecuaciones ayudan a tomar la decisión de si, a igual cifra de colesterol en los análisis, un paciente debe tomar o no medicación.

Cuándo comenzar a medir el colesterol
Es recomendable medir el colesterol en sangre a partir de los 40 años en los hombres y de los 50 años (o de la aparición de la menopausia) en las mujeres, con una periodicidad de entre tres y cinco años, excepto en personas con riesgo moderado o alto, que será el médico quien establezca de forma individual la frecuencia adecuada de los análisis.

La facultativa del Centro de Salud Valdemoro recuerda que el ejercicio y la alimentación son dos herramientas al alcance de cualquiera que contribuyen a incrementar la esperanza y calidad de vida, tanto si no se necesita medicación como si se debe tomar un fármaco que, aunque ayudará a mejorar los factores de riesgo, nunca sustituirá a los hábitos saludables. Entre estos, dejar de fumar también será fundamental para la salud cardiovascular.

Ejercicio físico y dieta mediterránea
Como norma general, realizar 50 minutos de ejercicio físico tres días a la semana aporta grandes beneficios. Cada persona debe plantearse objetivos realistas: si nunca se ha practicado deporte,  apuntarse a un gimnasio puede ser contraproducente por el nivel de exigencia; sería aconsejable comenzar por salir a caminar un día todas las semanas hasta lograr el propósito de integrar la actividad física en el estilo de vida y que se convierta en una alternativa para ocupar el tiempo libre.

En cuanto a la alimentación, debe ser variada y regular y la mejor opción es la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres y aceite de oliva. En el lado opuesto, se encuentran los productos muy elaborados y manufacturados, que engordan y son perjudiciales para la salud debido a su alto contenido en sal, grasas saturadas y azúcares y a la ausencia de fibra.