vie, 20 mar 2020 07:58:00
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Los Servicios Sociales esenciales y el Punto Municipal del Observatorio Regional contra la Violencia de Género (PMORVG) han modificado sus mecanismos de atención durante el estado de alarma por el Covid-19 para garantizar la cobertura al sector de la ciudadanía más vulnerable y en riesgo del municipio, sin que ello repercuta negativamente en la salud y la seguridad de la población usuaria ni de las profesionales que están al frente de los mismos.

Para ello se ha puesto en marcha un protocolo individualizado en el que, siempre que es posible, el teléfono sustituye a lo presencial. Es el caso de la Teleasistencia Municipal, que diariamente se pone en contacto con las personas usuarias para conocer su estado y atender sus necesidades. Esta medida también se lleva a cabo con las familias de grandes dependientes tras el cierre del Centro de Día San Luis Gonzaga e incluso se ha extendido a quienes habían solicitado la teleasistencia por dependencia pero están pendientes de que se les adjudique.

Por lo que se refiere a la cobertura alimentaria y aunque al principio del confinamiento contra el Covid-19 se mantuvieron las entregas en días alternos de productos frescos y no perecederos a los usuarios del programa ‘Carro de la compra' y a las 11 personas que estaban integradas en el ‘Servicio de comida cocinada' –que ha dejado de prestarse-, finalmente se ha optado por realizar grandes entregas semanales con el fin de evitar desplazamientos y reducir al mínimo el contacto entre profesionales y beneficiarios.

En cualquier caso, todas las entregas de alimentos y cheques se realizan con un protocolo especial que supone citas individualizadas cada 15 minutos, uso de guantes, geles y desinfección tras cada atención.

Otros servicios, como el seguimiento de las personas perceptoras de renta mínima de inserción (RMI) o de las víctimas de agresiones machistas se realizan telefónicamente

El Punto Municipal del Observatorio Regional contra la Violencia de Género (91 809 96 66) se mantiene igualmente activo con personal técnico en servicios mínimos, cuya labor resulta especialmente necesaria en estos momentos en los que víctima y agresor permanecen un día tras otro bajo el mismo techo, a consecuencia del confinamiento.

 

Por lo que se refiere a la Residencia Municipal Nuestra Señora del Rosario, cuenta con un enlace con personal de enfermería del Hospital Universitario Infanta Elena, que resuelve las incidencias y, en caso de urgencia, se envía un facultativo al centro geriátrico para evitar que la la persona afectada se traslade al hospital con el consiguiente incremento de las posibilidades de contagio.