mar, 07 abr 2020 12:31:00
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Cerca de un millar de vecinos y vecinas de Valdemoro cuya situación de vulnerabilidad social o económica se ha visto agravada como consecuencia de la pandemia de coronavirus reciben apoyo y seguimiento constantes por parte de los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Como medida excepcional y tras el cierre de los centros educativos, se han activado ayudas económicas para media docena de familias sin renta mínima de inserción y con menores que tenían becas de comedor; además, en la última semana, 48 personas de 15 unidades familiares se han incorporado al programa de carro de la compra del Centro Social Vicente Ferrer. El resto de usuarios ya estaban siendo atendidos antes de la crisis del COVID-19.

Con 387 personas de 134 familias –incluidas las de los últimos siete días- que precisan periódicamente alimentos, el Centro Social Vicente Ferrer es el que ofrece cobertura a un mayor número de usuarios. Desde la entrada en vigor de las medidas de contención del coronavirus las entregas de no perecederos son más abundantes con el fin de reducir contactos y desplazamientos. Además, se efectúan con cita previa y nuevos protocolos para garantizar la salud de los beneficiarios y del personal municipal que gestiona íntegramente el centro sin la colaboración habitual del voluntariado, que ahora está obligado a permanecer confinado.

Por esa misma razón desde el 12 de marzo se les proporcionan productos no perecederos a las 11 personas anteriormente acogidas al servicio de comida preparada de dicho centro, que elaboraba diariamente la asociación Avalso.

A los productos adquiridos por el Ayuntamiento para surtir la despensa del Vicente Ferrer se unen las donaciones del Banco de Alimentos, de los vecinos y vecinas del municipio y, en los últimos días, de las empresas que gestionan los comedores escolares de varios colegios de la localidad, así como de un fabricante de preparados lácteos.

TELEASISTENCIA Y SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO
Las 152 personas mayores que están a la espera de que se les adjudique la Teleasistencia por dependencia son el segundo colectivo más numeroso de los que cuentan con un seguimiento por parte de los Servicios Sociales municipales, que contactan telefónicamente con ellas para conocer su estado y atender sus necesidades básicas. A ellas se suman las 109 que ya cuentan con el servicio del pulsador gestionado por el Consistorio y a las que se realiza el control a través de la empresa adjudicataria.

Los 70 usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) también reciben periódicamente la llamada de las profesionales para conocer de primera mano su estado de salud, sus necesidades y, en caso necesario, darles respuesta inmediata.

El SAD se encarga así mismo de solventar situaciones de emergencia social surgidas a consecuencia de la crisis epidemiológica, como gestionar la entrega de cerca de una veintena de menús gratuitos a personas que no cuentan con una red social o familiar de apoyo, así como de evaluar la necesidad de hacerles llegar medicamentos o tirar la basura. Para hacer efectivas estas dos últimas actuaciones que han demandado tres y dos personas, respectivamente, el Ayuntamiento cuenta con la colaboración de Cruz Roja. También se coordina con la asociación Avalso para que su personal voluntario acreditado por la Policía Local distribuya alimentos a personas aisladas y sin recursos económicos.

ATENCIÓN A LA DISCAPACIDAD
El colectivo de 72 personas con discapacidad que en circunstancias normales acuden a alguno de los centros municipales en los que se les presta formación –Centro Ocupacional Estrella de Elola- y asistencia –Centro de Día San Luis Gonzaga-, así como sus familias, mantienen un vínculo constante con los profesionales de ambos equipamientos. De igual modo, profesionales del Centro Juan Pablo II comprueban periódicamente cómo están afectando las actuales circunstancias de confinamiento a los 28 alumnos y alumnas de los mismos, con distintos grados de deterioro cognitivo.

MENORES Y VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
Los niños, niñas y adolescentes requieren una especial observación por parte de los Servicios Sociales municipales que, en la actual crisis del coronavirus, velan con más celo si cabe por los menores en situación de desprotección con medidas adoptadas por la Comunidad de Madrid y también para detectar contextos familiares de riesgo derivadas de la propia pandemia.

Por otra parte, el personal de Prevención de Atención Social Primaria continúa haciendo intervenciones individuales mediante contacto telefónico, al igual que hacen los monitores y monitoras con los 70 peques y adolescentes que participan en talleres socioeducativos y en el proyecto Prevención y Deporte.

Las víctimas de violencia de género son otro de los grupos de población que requieren de una especial protección en este periodo, ya que el confinamiento incrementa el riesgo de agresiones. Desde la declaración del estado de alarma, el Punto Municipal del Observatorio Regional contra la Violencia de Género (91 809 96 66) ha abierto dos nuevos expedientes. Este servicio se mantiene activo con atención telefónica, ofreciendo a estas mujeres teleasistencia o recursos de otra índole. Así mismo, las psicólogas especializadas en menores víctimas de violencia machista realizan un seguimiento constante de los peques de familias que sufren esta lacra. 

Por lo que se refiere a la Residencia Municipal Nuestra Señora del Rosario, cuenta con un enlace con personal de enfermería del Hospital Universitario Infanta Elena, que resuelve las incidencias y, en caso de urgencia, se envía un facultativo al centro geriátrico para evitar que la persona afectada se traslade al hospital con el consiguiente incremento de las posibilidades de contagio.