"Quiero pedir perdón públicamente, tanto en mi nombre como en el de mis compañeros de grupo político, por la quiebra de confianza que ha supuesto la conducta presuntamente indigna de quienes estaban llamados, más que nadie, a velar por el interés general en el desempeño de sus cargos. Rompieron el compromiso que adquirieron como servidores públicos cuando accedieron a sus cargos y por eso son merecedores de nuestra repulsa".