‘Asistencia médica a la víctima de violencia de género' es el título de la jornada que tuvo lugar el 6 de febrero en las instalaciones del HUIE bajo la dirección de las doctoras Sánchez Menam y Fernández Dongil. Durante la sesión, se habló del hospital como un primer pero muy importante escalón en la detección de las agresiones machistas y en la necesidad de que sus especialistas se coordinen con los centros de Atención Primaria para así hacer un seguimiento más exhaustivo y controlado de la afectada. Todo ello en el contexto de confidencialidad médico-paciente que, en este ámbito se convierte en una garantía de seguridad para la víctima.
Además, la implicación del Infanta Elena en la protección a las mujeres maltratadas supone proporcionarles información sobre los recursos existentes para ayudarlas a salir del ciclo de la violencia.
La puesta en marcha de este protocolo era una necesidad ya que las víctimas de esta lacra sufren problemas de salud e integración más allá de las propias agresiones pero derivadas de la situación que viven. Así, junto a lesiones más o menos incapacitantes, padecen estrés, ansiedad y depresión hasta convertirse en suicidas potenciales, aislamiento social, pérdida del puesto de trabajo, dificultades en la atención a los hijos, falta de concentración en los estudios y un largo etcétera. Por eso el objetivo es abordar la sintomatología, dolencias y trastornos asociados, desde una perspectiva de género y coordinada en el ámbito sanitario.
El personal asistente al curso ha aprendido una metodología específica para evaluar a la víctima en consulta, la elaboración del parte de lesiones e incluso cómo gestionar cada caso en concreto. Para ello se pusieron sobre la mesa casos clínicos reales.
Por último, se analizaron los problemas éticos que pueden surgir entre los profesionales de la medicina en el caso de encontrarse con una mujer afectada por la violencia machista.