DE INTERÉS PARA TU SALUD
En los análisis se diferencia entre LDL-colesterol (peligroso) y HDL-colesterol, conocido como bueno por ser cardioprotector. Pero el dato de forma aislada no aporta mucha información, ya que no tiene el mismo significado idéntica cifra de colesterol en personas sanas y deportistas que en aquellas con diabetes, fumadoras o que hayan sufrido un infarto o ictus previamente. Por eso, aclara la doctora, en las consultas se utilizan fórmulas que indican la probabilidad de sufrir un evento cardiovascular, teniendo en cuenta factores de riesgo y aspectos como el sexo o la edad. Los resultados de estas ecuaciones ayudan a tomar la decisión de si, a igual cifra de colesterol en los análisis, un paciente debe tomar o no medicación.
Cuándo comenzar a medir el colesterol
Es recomendable medir el colesterol en sangre a partir de los 40 años en los hombres y de los 50 años (o de la aparición de la menopausia) en las mujeres, con una periodicidad de entre tres y cinco años, excepto en personas con riesgo moderado o alto, que será el médico quien establezca de forma individual la frecuencia adecuada de los análisis.
La facultativa del Centro de Salud Valdemoro recuerda que el ejercicio y la alimentación son dos herramientas al alcance de cualquiera que contribuyen a incrementar la esperanza y calidad de vida, tanto si no se necesita medicación como si se debe tomar un fármaco que, aunque ayudará a mejorar los factores de riesgo, nunca sustituirá a los hábitos saludables. Entre estos, dejar de fumar también será fundamental para la salud cardiovascular.
Ejercicio físico y dieta mediterránea
Como norma general, realizar 50 minutos de ejercicio físico tres días a la semana aporta grandes beneficios. Cada persona debe plantearse objetivos realistas: si nunca se ha practicado deporte, apuntarse a un gimnasio puede ser contraproducente por el nivel de exigencia; sería aconsejable comenzar por salir a caminar un día todas las semanas hasta lograr el propósito de integrar la actividad física en el estilo de vida y que se convierta en una alternativa para ocupar el tiempo libre.
En cuanto a la alimentación, debe ser variada y regular y la mejor opción es la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres y aceite de oliva. En el lado opuesto, se encuentran los productos muy elaborados y manufacturados, que engordan y son perjudiciales para la salud debido a su alto contenido en sal, grasas saturadas y azúcares y a la ausencia de fibra.